Es la tauromaquia una fiesta grande. Inmortal. Y lo es porque cuanto ocurre en ella es real, real. No es teatro, no es finjido, el miedo es real, el riesgo es real, y por supuesto la sangre es real.En las últimas horas, algo terrible ha ocurrido en el mundo de los toros, y yo no puedo dejar pasar esta oportunidad de mandar un fortisimo abrazo al banderillero, habitual de la cuadrilla de El Fundi, Adrían Gomez. En la plaza de Torrejon de Ardoz, el banderillero Gomez fue volteado por el quinto novillo de la tarde, provocandole al subalterno tetraplejia, que además de sus extremidades se expande como tetraplejia intestinal (por lo que seguramente no podrá controlar sus intimas necesidades) y tetraplejia respiratoria (por lo que me han contado puede ser que tenga un tubo vitalicio para respirar).
De veras que lo siento muchisimo. Un fortisimo abrazo a la familia de Adrían Gomez. Estas cosas (cruelmente) ameritan la fiesta.
Jó, la verdad que si, es una verdadera pena. Pero estas cosas, aunque nadie las desea son necesarias porque dignifican y engrandecen nuestra fiesta.
ResponderEliminarYo también me uno a ese mensaje de ánimo y desearle toda la suerte del mundo tanto a él como a su familia.
Por cierto Jorge ¿El vestido ese es tuyo? es muy bonito.
Muy buenas Carlos. No el vestio no es mio. Es muy cruel decirlo, pero el gran merito de los toreros, es que el riesgo es de verdad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
ES una pena, yo de cerca vi como una gran persona le paso algo parecido y me enseño a ser mejor persona. Era Julio Robles DP,
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