Pages

jueves, 6 de noviembre de 2008

Una historia sobrecogedora

Hoy me siento sentimental, así que os voy a contar una interesantisima anécdota, que merece la pena conocer. Os aseguro que no vais a lamentar perder cinco minutitos con esta historía.

Cuenta la historia (debo decir, que por las fuentes en las que la he escuchado, apostaría todo a que es cierta de todas todas) que en el Sevilla F.C. jugaba un hombre (lamento muchisimo no recordar su nombre, pero si alguien lo conoce le agradecería que lo apuntara) que era, desde chiquitito, un gran devoto del gran poder.

Poco despues de dejar el futbol, una tragedia asoló su hogar y perdió a un hijo, de corta edad tras ir a pedirle un día y otro al Gran Poder por la vida de su hijo y al morir su ser querido, acudió enfurecido a San Lorenzo para decirle:

¡¡ Que sepas que no vengo más a verte. Si me quieres ver, vas a tener Tú que ir a mi casa... !!

Transcurrido un tiempo fue el traslado del Gran Poder hasta un barrio alejado, en la Misión General de Sevilla, cuando entrada la noche de golpe se abrieron los cielos y se puso a llover si tenía que llover, cuando los hermanos que llevaban la imagen del Señor en parihuelas buscaron refugio en un portalón que cerrado vieron y a cuyas puertas llamaron. Quien vivía en aquella casa era precisamente aquel hombre que antes se había enfadado con el Señor por la muerte de su hijo. Bajó al oír la llamada y las voces, abrió la puerta y se encontró con que el Señor se había presentado en su casa. Aquel amigo con quien se enfadó y a quien retó en la visita.

A mi la historía me parece sobrecogedora.

4 comentarios:

  1. Ole Jorge que bonito cuentas las cosas, preciosa historia si señor.

    ResponderEliminar
  2. El futbolista era Juan Araujo, según escribió Antonio Burgos a su muerte.

    Post Scriptum Muerte del otro, claro está.

    ResponderEliminar
  3. Juan Araujo, tomo nota!!!

    Gracias y un abrazo Jose Ramón. (y un saludo a su vecina jajajaja)

    ResponderEliminar