A pesar de que los momentos mas lucidos del festejo corrieron a cuenta de Ferrera, el triunfador numérico fue Fernando Robleño, que salió en volandas por la puerta grande.
Fue un lote complicado, con el que el madrileño no pudo relajarse ni un momento, so pena de enfermeria. Al primero lo lució dandole distancia.

Este toro humilló como los buenos victorinos

Su segundo embestia por dentro, muy bruto, sabiendo que algo dejaba atrás. Tuvo lo malo de los victorinos sin tener lo bueno. Oreja y oreja para el esportón de Robleño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario