A las 12:15 minutos de la noche se cerraban las puertas de la Iglesia de San Pedro, dejando tras sus muros la cera aun caliente del palio de Nuestra Señora de Fe y Caridad. Con 10 minutos de retraso sobre la hora prevista, se pusieron los 4 ciriales en la calle Ricardos, anunciando la inminente salida de "la que importa" (así de bonito la describió Alejandro Torres, en la última llamá, para los que saliamos en correos).La Virgen lució radiante su nueva bambalina de estreno, con un andar fino y elegante durante toda la noche, recortaito (demasiado para mi gusto), visitando los conventos de la feligresia.
Debo decir, no obstante, por que nunca he mentido en este blog, y no será esta la primera ocasión, que debajo del paso, no todo se hizo lo bien que se debería haber hecho, y me siento, al día siguiente de la Extraordinaria, decepcionado con algunas personas, que debieron hacer "sus cosas" mejor, para que no las paguemos los demás.
No en vano, dejo como anécdota en tono casi de humor, que en la casa hermandad, despues de la salida, la frase mas repetida era..."po pal cincuentenario, a mi no me cogen!!!"
POSTDATA: La imagen la he robado vilmente con nocturnidad y alevosia de www.elordendeldia.blogspot.com
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