A escasos 100 metros del emblemático palacio Real, donde las luces y las sombras son arquitectura natural del paisaje de la plaza de oriente, donde se recuerdan hitos y mitos de la historia de esta España, allí sigue en pie el último capricho del Rey de los toreros.


En la calle de Arrieta se compró Joselito su casa de la capital. Domicilio que jugaría un papel fundamental en la historia del toreo, ya que sería el lugar donde se velaría el cadáver del niño prodigio. De niño a Rey en un cuarto de siglo. De este Joselito que rindió cuentas al Altisimo con tan solo 25 años, y que en ese corto espacio tuvo tiempo para ordenar el toreo. Se decía en la época que no había cartel en el que no interviniera el pequeño de la saga de los Gallo, ya sea como torero, como impulsor de la plaza (a sus instrucciones se construyeron muchísimas, entre otras las Ventas del Espiritu Santo en Madrid o la Monumental de Sevilla, derribada poco después) o como selector del ganado (se le atribuye la selección tal como la conocemos hoy).
Hoy, allí en Arrieta, hay una placa que dice:
"En esta casa vivió
JOSE GÓMEZ "GALLITO"
y aquí le rindió Madrid
el último tributo
de admiración.
Gelves 8 de mayo de 1895 - Talavera 16 de mayo de 1920"
Así lo recuerda el diario ABC:
"Con la impresión natural de la noticia de la catástrofe taurina, que había hecho presa en el amigo admirado, me dirigí al piso de Arrieta; en la plaza, chaflán con la plaza de la Encarnación, había sido colocado el féretro; apenas me acerqué a el, y solo a través de las tapas de cristal, vi las manos crispadas por la breve agonía".
La calle de Arrieta y sus alrededores eran desde las cinco de la tarde un hervidero de curiosos que esperaban la llegada del camión automóvil que conducía el cuerpo de Joselito.
Como los guardias que a pie y a caballo prestaban servicio en aquel lugar eran insuficientes para contener a las personas que se agolpaban en la acera y en las bocacalles, la comisaria del distrito y la dirección de seguridad enviaron nuevas fuerzas que establecieron el orden.
Prestaban servicio de vigilancia a la puerta de la casa y alrededores varios agentes de la brigada móvil mandados por el comisario Sr. Maqueda y otros agentes a las ordenes del jefe de la brigada de espectáculos D. Luis Fenol.
A las cinco y media de la tarde empezaron a llegar a la casa mortuoria coronas de Asociación de Ganaderos. Paco Madrid, Machaquito, apoderado de Rafael el Gallo, y cuadrilla y Club Lalanda.
Poco después llegaron Fernando el Gallo, Sanchez Mejias, Juan Belmonte, Vicente Pastor, Larita y otros parientes y amigos de Joselito.
A las siete menos veinte era tal la afluencia de curiosos que los guardias montados tuvieron que dar varias cargas para establecer el orden.
Minutos después de las siete llegó a la casa el cadáver, que fue conducido en hombros de varios admiradores hasta el salón donde se hallaba instalada la capilla ardiente.
Las paredes y el piso de sala estaban cubiertos con paños negros.
Una vez colocada la caja en el centro y quitada la tapa comenzaron a desfilar ante el cadáver las personas que se hallaban en la casa.
El cadáver de Joselito estaba vestido de negro, y en su rostro se percibía una contracción de dolor que reflejaba el sufrimiento pasado en su breve agonia.
La asociación de toreros ha organizado turnos pra velar el cadáver desde las nueve de la noche. Estos habrían de componerse de dos toreros y durarán una hora; pero ha sido tal el número de ofrecimientos que ha tenido que ampliar el número hasta cuatro.
También le vela D. Joaquin Menchero que toda la noche permaneció sentado al lado del féretro, acongojado, muy decaído sin que nadie pudiera apartarle de aquel lugar.
El número de coronas es tan crecido, que ocupan varias habitaciones de la casa. Durante toda la noche hubo gente en la calle de Arrieta.
2 responses to El ultimo capricho del Rey de los Toreros
Sr Nostálgico; lamento profundamente su decepción o desencanto, pero su comentario, si bien era respetuoso, no se lo niego, lo consideré exclusivamente político; tal vez fuera de lugar en una entrada en la que se habla de la casa de Joselito.
En otras ocasiones he comprobado como estos comentarios dan pie, con notable regularidad, a debates totalmente ajenos al objeto de la entrada y que no suelen acabar con las buenas palabras con las que empezaron.
Por otro lado, precisamente para no despertar suspicacias por la frase "hitos y mitos de la historia" fotografié una placa de 1808...
Le pido disculpas si cree que abuso de mi condición de administrador, pero no es la política el fondo de este post.
Un saludo.
Jorge Ponce: Tengo que aceptar con auténtica disciplina democrática sus argumentos para la no publicacíón del comentario, pero se escapa un pequeño fleco en su post en donde se contradice un poquito con su idea de no mezclar lo político en una entrada en la que se habla de la casa de Joselito.
Porque cuando usted dice "donde se recuerda hitos y mitos de la historia de esta España" ¿A que hitos y mitos se refiere usted? ¿Eran taurinos o políticos?.
Saludos cordiales
Juan Pedro Soria
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