Después del sobresalto del Lunes Santo, el martes lució radiante, con el sol que reflejaban las vocinas en San Sebastián.
Un montón de plumas flanqueaban la salida del primer crucificado que pasa por la Carrera Oficial en la Semana Santa almeriense. Poco después pasa otro, no hay Amor sin Perdón ni Perdón sin Amor.
Es una experiencia gratificante, y en su medida enriquecedora, ver una nueva Semana Santa;
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