Y ¿por qué? ¿por qué somos cofrades? ¿por qué somos autenticos locos de siete días? ¿ por qué suspiramos con un toque de corneta? ¿por qué nos hipnotizan unas bambalinas y nos ciega una cruz de guia?
¿por qué somos así?
La respuesta es sencilla. Estamos a punto de llegar a la época mágica. Contamos los días para entrar en el tunel del tiempo. Como una espiral de memoria, luz y magia nos trasladamos a épocas remotas, donde el perfume es incienso y la luz es cirio. Época en la que la buena nueva se anuncia a golpe de tambor, para que los vecinos se asomen con curiosidad de niño a la presencia del Redentor.
Esa semana en la que podemos sentir, y hasta ver! al Hijo del hombre. Lo vemos orar en el Monte Sión, lo vemos en la casa del sumo sacerdote, lo vemos ante Pilatos y despreciado ante Herodes... y lo vemos sufrir, cargar con su cruz, nuestra cruz, y morir por nosotros. Y cuando la Semana mágica toca a su fín, cuando nuestro gozo se hace tristeza, lo vemos resucitar, triunfar en la lucha de la vida y la muerte.
Nos emociona esta Semana porque viajamos en el tiempo, las cornetas lloran, los cuellos doloridos nos recuerdan que Cristo cargó con su caliz, mientras que nosotros solo aspiramos a ser modernos Cirineos, que darían la misma vida por levantar un segundo el peso que te aflije, Señor. Cirineos somos, a tu vera andamos cada año, cuida de nosotros.
Estamos llegando. Esto va a empezar. Sacad del armario el traje de los domingos. Un año de espera toca a su fin.
One response to Esa semanita del año...
¡Qué razón tienes!, ya nos queda bien poquito para disfrutar en las calles...
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