Hoy no eres tu mi cantar, no puedo cantar, ni quiero, a ese Jesus del madero, sino al que anduvo en la mar.
No está demás acordarse de El solo para pedir. Acabada la batalla, bien está acordarse y dar gracias. Gracias por la fuerza que dá para la lucha, y hasta por la lucha. Me van a permitir reflexionar en escrito en el blog por que considero que un blog es un lugar de reflexión y donde todo el que lo desea escribe lo que desea.
Cuán desconocido es en los tiempos que corren el que cura los resfriados (esta frase se la copio a un amigo mio, que alguna que otra vez me la ha dicho). Mil veces pedimos, mil veces da, y que pocas nos acordamos de agradecer. Yo me he propuesto, conocer un poco mejor, a este Hombre, que vino a donde los pecadores, nos enseñó, y se marchó.
Para comenzar, he escogido el pasaje de la Biblia que más me gusta. Sin necesidad de a salvar masas de necesitados, ni de titanicas luchas contra el mal, se refleja el infinito poder de este Hombre, con absoluta naturalidad, asumiendo su condición divina, y mandando sobre los elementos que el Padre creó.
Jesús camina sobre las aguas, Mt 14:22-33 (Mc 6:45-52; Jn 6:16-21).
Luego mandó a los discípulos subir en la barca y precederle a la otra orilla, mientras El despedía a la muchedumbre. Una vez que la despidió, subió a un monte apartado para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. La barca estaba ya en medio del mar, agitadas por las olas, pues el viento le era contrario. En la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar. En viéndole ellos andar sobre el mar, se turbaron y decían: Es un fantasma. Y de miedo comenzaron a gritar. Pero al instante les habló, diciendo: Tened confianza, soy yo; no temáis. Tomando Pedro la palabra, dijo: Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas. El dijo: Ven. Bajando de la barca, anduvo Pedro sobre las aguas y vino hacia Jesús. Pero, viendo el viento fuerte, temió, y, comenzando a hundirse, gritó: Señor, sálvame. Al instante Jesús le tendió la mano y le cogió, diciéndole: Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado? Y subiendo a la barca se calmó el viento. Los que en ella estaban se postraron ante El, diciendo: Verdaderamente, tú eres Hijo de Dios.
One response to Sino al que anduvo en la mar
Hace aproximadamente un año y mdio alguien me dijo esta frase y desde entonces no me la puedo sacar de la cabeza, simplmente me gusta....y dado que te has cruzado en el camino del conocimiento te la voy a facilitar!!! Un abrazo, Alma
"Comprenderéis la verdad y la verdad os hará libres" (Jesucristo en el evangelio de Juan)
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