Pues tienen razón los mayores. A mi me decían que el tiempo pasa rápido, pero siempre pensaba que eso no puede ser. Lo que ocurre es que uno se dá cuenta de que el tiempo pasa rápido cuando mira hacía atrás, y cuando eres joven no tienes nada que mirar atrás, por eso crees que no pasa.
Abro el almanaque y me doy cuenta de que fue un 6 de octubre, como hoy, cuando me enfundé mi talequilla por vez primera. Pero hace ya 10 años. Ya hablé de eso un día, y no me quiero poner pesado. Pero comprendan ustedes que fue el dia que vestia luces. Fue el día que la gente me miró de lejos, sin valor para acercarse. Fue un dia de felicidad pura, sin adulterar. Parafraseando a Belmonte*, fue el dia que fuí un dios chiquitito.
Han pasado muchísimas cosas desde aquella lluviosa tarde granadina. Me encanta recordarla. Esta y las que siguieron, que no fueron muchas, pero las pocas que fueron, se vienen conmigo a donde vaya.

Publicar un comentario