Enorme estuvo Ivan, como enorme está siendo la temporada del vasco, que ha dejado lejos ya la sorpresa y la promesa para ser una realidad. ¿hasta donde llegará? solo él lo sabe, y tal vez ni siquiera él.
Yo creo que este hombre me cae bien por los gestos y por las gestas. Gestas como la de matar 6 toros en Bilbao en los próximos días, de distintos encastes y recuperando ganaderías clásicas que andan por estos días de vacas flacas, como la de Partido de Resina, antes de Pablo Romero. O gestos como matando lo que haya que matar. En esta ocasión lo vimos con una corrida de Pañajara, procedencia Baltasar Iban, Contreras.
Y no fue boba, pero tampoco fue mala. Su primero tenia la cara muy suelta, y un par de veces le puso los pitones en la barriga al torero. Su segundo comenzó mirón, pero fue desengañándose a lo largo de la faena. Gloría ver reacciones distintas al monoencaste.
Como todos los animales bravos, cuando se les podía querían más. Y a este, cuando se le pudo, empujaba hasta el final con el morro, literalmente, por el suelo.
Y todo con un señor torero. Lo dicho.... ¿hasta donde llegará Fandiño?
Publicar un comentario